Saludo de Oxfam Intermón a la Comisión Internacional de Esclarecimiento
Medellín, 16 de octubre de 2012
Fotografía: Creación Libertaria
Para Intermón Oxfam es un gran honor y una gran responsabilidad apoyar a esta Comisión Internacional de Esclarecimiento sobre los hechos ocurridos en la Comuna 13 hace ahora 10 años.
Indudablemente,
lo acontecido entonces fue y sigue siendo una tragedia. Para los
griegos la tragedia estaba compuesta por tres elementos: las peripecias o
los hechos; la anagnórisis o reconocimiento, que es el
camino que se recorre desde la ignorancia al conocimiento; y, por
último, el lance patético que es el evento en el que todo cambia de
sentido y la tragedia se resuelve y encuentra su fin.
1. Las peripecias
o eventos acaecidos hace 10 años los conocen la mayoría de los
pobladores. Fueron hechos criminales que violaron los Derechos Humanos
de los habitantes de la Comuna 13 y que infringieron las más elementales
normas del Derecho Internacional Humanitario.
2. En estos diez años hemos tenido que escuchar y leer muchas interpretaciones sobre lo sucedido. El reconocimiento
o interpretación de los hechos ha sido de lo más variopinto. El proceso
de traer de la ignorancia al conocimiento a la operación Orión no ha
estado exento de dolor e indignación. Esta Comisión Internacional de
Esclarecimiento forma parte de este proceso de anagnórisis, de hacer un
hueco a la verdad (y a la justicia) en la memoria.
En
el ámbito de la oficialidad se ha puesto en boga el tema de la memoria.
Aristóteles sostenía que el vínculo entre el Arte y la oratoria era lo
verosímil. Y la historia oficial se está construyendo de esa manera, no
sobre la verdad (tampoco sobre la justicia) sino sobre lo verosímil,
porque cuando arte y oratoria entran en conflicto lo verosímil se pone
de parte de los sofismas de la oratoria, en detrimento de la belleza del
arte.
Expliquémonos.
Si yo quisiera exponer al auditorio qué es un caballo, podría tener
tres vías para hacerlo: la mentira, la media verdad o lo verosímil, y
una de las variadas perspectivas de la verdad.
a. La
mentira sería decir que un caballo es un animal anfibio, con aletas,
que vive en el mar y respira por branquias. Lo interesante de decir una
mentira es que ninguno de ustedes me creería porque sabrían que estoy
mintiendo. Eso es lo que pasa por lo general con inmediatez al acontecer
de hechos criminales: la oficialidad nos cuenta, a través de los medios
de comunicación, una historia que es más bien un cuento que nadie se
cree. Por arrancarnos un poco del contexto colombiano: cuando Al Qaeda
puso varias bombas en Madrid el 11 de marzo de 2004, tres días antes de
las elecciones a la presidencia, matando a 192 personas, el presidente
José María Aznar se apresuró a responsabilizar a ETA de las mismas y tal
acusación era tan inverosímil, tan poco creíble que unas elecciones que
podría haber ganado por mayoría absoluta las perdió, porque una parte
importante del electorado consideró que mentía.
b. Una
segunda opción es la media verdad que con frecuencia es verosímil. En
el caso del caballo podría describirles que es cuadrúpedo, de la familia
de los equinos, con cola y crin, herbívoro, con cascos en las patas,
con un cuerno entre los ojos y unas alas en los costados. Esta clase de
descripción es verosímil, tiene elementos de verdad pero es una media
verdad. Lo que he descrito es un unicornio, que ni siquiera existe, no
un caballo. Pero ha sido una descripción verosímil, sobre todo para
aquellas personas que no han estado atentas hasta el final como le suele
suceder a la opinión pública. A mi entender esta ejemplificación es el
gran riesgo que estamos corriendo en Colombia en estos momentos. La
historia oficial actual comienza a narrarse a través de libros de
memoria, de películas, de artículos y editoriales, de tertulias radiales
y televisivas, de un modo verosímil, que cuenta una parte de la verdad
pero no toda la verdad. Los agentes del Estado, su responsabilidad en
los crímenes, la participación directa en el conflicto, en la guerra
sucia, son elementos difuminados, unas veces mediante la teoría de las
manzanas podridas y otras directamente eliminando su participación en
estas tragedias. A partir de una lectura sesgada de las versiones libres
de los paramilitares en el marco de la ley 975, se experimenta en el
país una construcción apresurada de la historia en la que las décadas de
conflicto y violencia sociopolítica parecen ajustarse a una pelea entre
paramilitares y guerrilleros en la que quedó en medio la población
civil, una parte de la cual llegó a ser víctima. El Estado, a lo máximo
que se le llega a responsabilizar en estas historias, es de no estar
presente, como si, primero, una parte del mismo no hubiera participado
directamente en los hechos criminales y, segundo, como si la omisión no
fuera también parte de la responsabilidad los crímenes cometidos.
Desafortunada y preocupantemente, se está narrando una historia en
Colombia que tiene dos actores, los paramilitares y las guerrillas, un
actor invitado para mostrar cuando conviene, las victimas, y no hay más
reparto de papeles. Y lo peor, es una historia que para una mayoría de
la población es creíble, verosímil, aunque no por ello deja de ser una
peligrosa media verdad.
c. Una
tercera opción es que les describa el caballo con todos los elementos
del mismo, sin cuernos ni alas. No obstante, deberíamos ser conscientes
de que no puedo describir EL caballo, a no ser que describa una
secuencia genética de ADN. En cuanto lo describo con sus características
físicas, estaré abordando una clase de caballo: quizá un caballo
purasangre árabe, quizá un caballo de tiro irlandés, quizá un pony
australiano… quizá un caballo de paso fino. Considero que este es uno de
los retos de la Comisión Internacional de Esclarecimiento de la Comuna
13: aportar verdad a esta historia siguiendo los parámetros del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional
Humanitario; una comisión que escuche a los pobladores y a las víctimas y
les crea, y que luego informe a la opinión pública y a las autoridades
de lo que ha escuchado interpretándolo según sus parámetros. Puede ser
que de todo ello surja una historia basada en la verdad por in-creíble e
in-verosimil que esta verdad pueda llegar a ser si nos narra unos
hechos en los que además de los paramilitares y las guerrillas, nos
advierte de la participación de actores legales, de altos mandos, de
altos políticos que quizá muchos pobladores de la Comuna 13 llegaron a
votar libremente en las urnas.
3. Como decía Aristóteles, la tragedia está incompleta si no culmina con un lance heroico
en el que toda la trama cambia y encuentra su sentido. En nuestro
lenguaje colombiano, la tragedia de la Comuna 13 tendrá su lance heroico
y, por tanto, su desenlace cuando haya verdad, justicia y reparación
para las víctimas, como garantía de no repetición para los que siguen
viviendo, sean víctimas o no lo sean. Y de ese desenlace no estamos ni
cerca.
Quisiera
terminar, en primer lugar, deseando los mayores éxitos a la Comisión
Internacional; en segundo lugar, reconociendo la valentía y coraje de
ONGs como la Corporación Jurídica Libertad, de personas como la Hermana
Rosa y de los pobladores de la Comuna 13 que 10 años después siguen en
la brecha de la exigibilidad; y por último, recordando a todos los que
generan elementos para narrar la historia, las palabras de Marco Tulio
Cicerón: “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el
silencio.”
Muchas gracias.
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